Con la venta de la hacienda de Shumiral, compra un edificio en esqueleto, donde hace 27 años funcionó una clínica. Decide remodelarla, poco a poco construyó habitaciones para hospedaje y desde el mes de febrero de 1992 funciona el Hotel San Francisco, uno de los mejores de la provincia de El Oro.
Luego adquirió un terreno adjunto y se levantó otro bloque de habitaciones en el año 2002.
Como hombre visionario y emprendedor personalmente atendía a los huéspedes, lo que le permitió fortalecer el prestigio del hotel.
DESTACA
La sociedad machaleña lo recuerda como un hombre filántropo, pero todo lo hizo en silenció nunca hizo público sus demostraciones de solidaridad.
Fue cofundador con Don José Maldonado (+), el ingeniero Vinicio Moncayo y otros notables amigos del Conservatorio de Música Tehodora Lucaccio; fue miembro del Club de Leones de Machala, patrono del equipo de futbol San Francisco.
Destacó en actividades relacionadas a la representación de productos como Cementos Guapán, distribución del Agua Mineral.
Su visión empresarial hizo que con su esfuerzo y capacidad adquiera en la ciudad varias propiedades que las dejó como legado a sus cuatro hijos, quienes llevan en sus corazones y mentes su frase célebre: “la palabra de un Brito es un documento firmado que tiene que cumplirse”.
El 7 de mayo del 2009 falleció y la ciudad perdió a un ciudadano, aunque no nacido acá, que mostró su amor y aporte a Machala.